Penn State – Schreyer Honors College


El desafío:

Transmitir un sentido de pertenencia fue clave para la visión de diseño que Penn State tuvo con respecto a la renovación del área común del Schreyer Honors College.

Antes de la renovación, el espacio de 3,500 pies cuadrados, ubicado en la planta baja de Atherton Hall, era anticuado, estaba poco iluminado y no atraía a los estudiantes de Schreyer que vivían en Atherton Hall.

El objetivo del proyecto, que eventualmente se conocería como “Diseño de pertenencia”, era crear un espacio público acogedor y abierto que atrajera a los académicos y los ayudara a sentirse aceptados y pertenecientes allí.

“El objetivo de la universidad era actualizar la apariencia del espacio para que coincidiera con la vida estudiantil actual, así como con la identidad y los valores de los estudiantes”, explicó la arquitecta del proyecto, Lina Abdul-Nabi, de Weber Murphy Fox Architects. “Querían cambiar el tono de lo antiguo e institucional a lo nuevo y moderno, y trasmitir un sentido de bienestar y compromiso comunitario”.

La solución:

El espacio recientemente renovado incluye una variedad de espacios de trabajo y disposiciones de asientos, invitando a grupos de distintos tamaños a interactuar entre sí. También se incluyen espacios íntimos que brindan a los académicos la privacidad necesaria para estudiar por su cuenta. La instalación de iluminación LED regulable, una alfombra interesante y un nuevo cielo acústico ULTIMA iluminan el espacio y lo hacen más atractivo para los estudiantes.

La incorporación de paneles de pared y plafones de madera sólida WOODWORKS Grille – Forté en acabado Golden Maple aporta calidez y textura y proporciona una conexión con la naturaleza. “Introdujimos madera en los plafones y las paredes para crear textura y conectar las superficies verticales y horizontales, y crear un movimiento fluido entre ambas”, dijo Abdul-Nabi.

Para crear textura, el equipo de Diseño de Weber Murphy Fox especificó diferentes alturas para las placas en los plafones de rejilla de madera, con placas de 1-3/8 pulgadas de profundidad para los plafones y 2-1/4 pulgadas de profundidad para los paneles de pared. Al instalar los plafones de manera que las placas corran en dirección horizontal en el cielo acústico y en dirección vertical en las paredes, el equipo de Diseño pudo agregar textura y crear interesantes transiciones de cielo acústico a pared. Además, se incluyeron ángulos en el diseño del cielo acústico para crear más dinamismo y movimiento en el espacio.

Para darle vida al concepto de diseño, Weber Murphy Fox colaboró con PROJECTWORKS, un servicio gratuito de diseño y la etapa previa a la construcción ofrecido por Armstrong.

PROJECTWORKS creó diseños detallados que muestran la ubicación e integración de los plafones y los paneles de pared enrejados de madera en todo el espacio, la cantidad de cada tamaño de plafón necesario y los cortes necesarios del plafón para adaptarse a los ángulos del diseño. “Hay muchos ángulos”, señaló Brandi Beard, analista de Diseño de PROJECTWORKS. “Al ajustar y utilizar distintos tamaños de plafón de rejilla de madera estándar en función de estos ángulos, optimizamos el diseño y el uso del material, lo que se tradujo en menos desperdicio”.

Los plafones WOODWORKS Grille – Forté se instalaron en un sistema de suspensión PRELUDE XL de 15/16" en Te expuesta y se respaldaron con plafones de relleno acústico CALLA negros para ocultar los componentes mecánicos en el pleno y brindar un control acústico adicional.

Integrados con los cálidos plafones de rejilla de madera, los plafones lisos y blancos ULTIMA cuentan con el desempeño de TOTAL ACOUSTCS, que proporciona una combinación de absorción y bloqueo del sonido, lo que mantiene bajos los niveles de ruido y evita interrupciones en los espacios adyacentes. Los plafones ULTIMA también forman parte de la cartera SUSTAIN de Armstrong y cumplen con los estándares actuales más estrictos de la industria en materia de sustentabilidad.

Las mejoras, muchas de las cuales fueron sugeridas por el personal académico, han dado como resultado un ambiente más luminoso y acogedor, según Abdul-Nabi. “A los estudiantes les encanta el nuevo espacio”, dijo. “Fomenta el sentido de bienestar y comunidad que la universidad deseaba y crea un sentido de pertenencia para todas las personas”.